Quizás fue mi culpa … no lo se, pero hoy me arrepiento de
haber dejado que esto llegara hasta limites nunca imaginados ……
Soy una mujer separada, madre de un hermoso muchacho de 17
años que es mi adoración. Ambos vivimos solo en el departamento que nos dejo su
padre. Aprendí a ser padre y madre , enfrentado muchos problemas, pero teniendo
una excelente relación con Daniel, mi hijo.
Nunca fue fácil, todo mi tiempo era para mi trabajo y mi
hijo, dejándome completamente postergada en mi vida afectiva.
Yo pensaba que la relación con mi hijo, era normal, igual que
cualquiera madre soltera, sin embargo un día me di cuenta que mi hijo no pensaba
de la misma forma.
Al principio me llamo la atención que la ropa interior que yo
dejaba en mi cajón cambiaba de lugar, a lo que no le di mayor importancia,
pensando en que mi hijo solo sentía curiosidad por saber como eran, pero un día
en que estaba lavando ropa, me di cuenta que uno de mis calzones presentaba una
mancha amarillenta.
Me imagine que podía ser esa mancha, pero el pensamiento era
demasiado morboso y trate de no pensar en eso. Sin embargo, a la semana
siguiente cuando me dispuse a echar la ropa a la lavadora, quede espantada al
ver que una de mis bragas, las más sexy que tenía, no tenía una mancha, sino que
restos de semen aun fresco.
Mis primero pensamientos eran correctos, mi hijo se había
masturbado con ellas. Esa noche no pude dormir pensando en eso. Trataba de ver
si yo, de alguna forma había provocado esos estímulos sobre mi hijo… quizás
cuando me veía salir de la ducha solo en toalla … , no se … tampoco uso ropa tan
provocativa …. La verdad no encontraba que fuera mi culpa …. A las finales, no
me atreví a tocar el tema y decidí esconder mi ropa íntima en otro lado hasta
que fuera hora de lavar.
Sin embargo, nuevamente me lleve la sorpresa … mis calzones
nuevamente tenía rastros de semen. No podía seguir haciéndole el quite a esto y
decidí conversar con el.
Al llegar del colegio, espere que se sacara el uniforme y lo
llame a que nos sentáramos a conversar. El como siempre muy cariñoso me abrazo y
se sentó a mi lado. No sabía como enfrentar la situación pero ya estábamos
sentados y el esperaba que yo hablara.
